4 Jornada de CAS y FASA en el IAE Business School - 2016

Las conferencias

A continuación, Guillermo D’Andrea junto a Martín Zemborain, ambos phD del IAE, tomaron la palabra para analizar las estrategias y los desafíos futuros del negocio minorista en tiempos y escenarios difíciles, donde la creación de valor y lograr una mayor eficiencia, son los pilares para diferenciarse y ganarle a la competencia.

El objetivo buscado fue brindar un marco conceptual de dónde están paradas las empresas del retail y hacia dónde van, planteando las claves del negocio y los desafíos futuros para potenciar la productividad.

Los especialistas afirmaron que “la plata está en las góndolas”, una forma gráfica de afirmar que se debe conseguir la mayor cantidad de ventas posibles, aprovechando al máximo cada metro de góndola.

Los oradores destacaron dos objetivos fundamentales: generar margen y generar tráfico. Para ello, es importante valerse de las mediciones en el sentido de mostrar la realidad y aprender a partir de los errores, intercambiando las mejores prácticas y dándole un mayor impulso a la productividad.

Entre las prácticas desafiantes todo debe apuntar a: sistemas con tecnología y procesos integrados, una logística adecuada y una relación fluida con los proveedores, a fin de garantizar la rápida respuesta y la reposición automática de la mercadería, en suma, entregar más beneficios con menos costos. La omnicanalidad no quedó afuera del análisis y el “mundo omnichannel” fue presentado como “un futuro lleno de oportunidades”.

Antes de finalizar el primer bloque, D´Andrea puso en práctica un ejemplo de aplicación de la tecnología para generar mediciones instantáneas, formulando una serie de preguntas que los asistentes respondieron a través de un pequeño teclado wi-fi que les fue entregado previamente, al ingresar al salón.

D´Andrea describió la actividad diciendo: “Empezamos con una pequeña encuesta de situación con la audiencia -unos 180 supermercadistas del interior- , que primero arrojó un marcado optimismo en cuanto a mejora de la economía y del poder de compra para el próximo año.

Pero luego hay un punto de atención, porque también hay una percepción de que la presión competitiva también se va a acentuar en el futuro próximo.

En el fondo, todo mejorará pero el mercado se va a poner más difícil en otro sentido. Esto es comprensible, porque la caída de la inflación, no va a dejar espacio para “jugar con los precios” como hasta ahora.

Habrá que estar muy atentos también a la evolución de las grandes cadenas de supermercados, pues varias de ellas están acusando un año de malos resultados.